Por esos días, Jorge Bustos tenía apenas 16 años. Su grado era el de marinero primero, una jerarquía intermedia que marcaba el inicio del camino en la Armada Argentina. Lo había comenzado un año antes, en 1981, cuando ingresó como aspirante a la Escuela de Mecánica. A fines de ese año, fue asignado al portaaviones ARA “25 de Mayo”, aún como parte de su formación. No sabía entonces que en pocos meses sería protagonista de uno de los episodios más dramáticos de la historia reciente del país: la Guerra de Malvinas.
